Ripple es, sin duda, muy diferente de otras criptodivisas populares. Es una de las primeras criptomonedas que no se basan en la cadena de bloques PoW de Bitcoin. En su lugar, utiliza algo llamado «consenso», que utiliza la transferencia de deuda entre pares. Ripple fue creada en 2011 por Chris Larsen y Jed McCaleb. Utilizaba la función hash ECDSA (una variante de DSA).
Ripple está diseñado específicamente para facilitar las transacciones transfronterizas. Sirve de plataforma para que los bancos y las organizaciones envíen y reciban dinero en todo el mundo. Como tal, es una de las pocas criptodivisas que pueden cambiarse directamente por moneda fiduciaria. Hay que entender que Ripple es un protocolo de pago y una red de intercambio de divisas. Sus tokens se llaman XRP.
El principal atractivo de Ripple es su cegadora velocidad de procesamiento. Una transacción media tarda 2 minutos en Ethereum, entre 10 minutos y una hora en Bitcoin, y muchos días en las criptodivisas más tradicionales. En el caso de Ripple, son apenas 4 segundos. Esta velocidad ha permitido a Ripple servir como medio de intercambio en las transacciones globales. Por otra parte, también se ha introducido la criptomoneda en las transacciones transfronterizas, lo que anima a muchos otros a encontrar usos más allá del efectivo digital. Ripple también tiene una gran escalabilidad. Puede manejar 1500 TPS (transacciones por segundo), el más alto entre cualquier criptodivisa.
Actualmente, Ripple es la tercera criptomoneda más popular del mundo, con un 4% de la capitalización total del mercado. Los tokens XRP no pueden utilizarse para transacciones regulares como el Bitcoin, pero tienen sus usos. El XRP tiene una oferta máxima de casi 100.000 millones de monedas, de las cuales más de 43.000 millones ya están en circulación. Con más de la mitad de las monedas posibles aún por emitir, queda mucho margen de inversión. Ripple también ha encontrado una aplicación en el mundo real (a diferencia de muchas otras criptomonedas que sólo sirven como opciones de inversión), por lo que es probable que su valor aumente de forma estable. Tal vez por eso, grandes nombres como Google y Accenture ya lo están respaldando.
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